Un CFDI timbrado puede ser una factura falsa

Los Comprobantes Fiscales Digitales (CFDI) timbrados por el SAT o por un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC) cumplen todos los requisitos tecnológicos y de validación establecidos en el Anexo 20 de la miscelánea fiscal; sin embargo, esto no define que las facturas sean falsas o no.

Las facturas falsas contienen datos que se presumen reales y correctos, pero las operaciones amparadas en estas no lo son; debido a que no se llevan a cabo o, “se realizan” sin contar con los activos, personal o infraestructura necesaria para su ejecución. Esto puede detectarlo el SAT cuando hace revisiones electrónicas o de manera presencial en el domicilio fiscal del contribuyente, entre otros medios de comprobación.

Uno de los motivos por lo que algunas personas o empresas compran y/o venden (o expiden) facturas falsas es para distorsionar (alterar o falsear) los montos gravados de impuestos que se declaran y, en ese sentido, deducir mayor cantidad de gastos que se traducen en una disminución de los ingresos a los que se les aplica el impuesto.

Cabe mencionar que la facturación de operaciones inexistentes se considera una falta grave por la que pueden cumplirse de tres a seis años de prisión (en el caso de la expedición y/o venta de dichas facturas) y de tres meses a seis años (cuando las facturas se compren para deducir gastos irreales).

¿Cómo saber, o qué hacer, si se obtuvo una factura “presuntamente” falsa?

Pueden realizarse, las siguientes acciones:

• Consultar la “Lista Negra” del SAT, que relaciona a los contribuyentes (personas físicas y morales) identificados como “presuntos” simuladores de operaciones, para identificar si el o los proveedores se encuentran enlistados en esta:
  • Si se identifica a algún proveedor en dicha lista:
    • Realizar la aclaración ante el SAT para demostrar que ciertamente se adquirieron los bienes o se recibió el servicio (de haber sido el caso) o,
    • Autocorregirse presentando (por internet o en la oficina del SAT más cercana al domicilio) la declaración o las declaraciones fiscales complementarias necesarias para resolver la situación fiscal y  efectuar el pago de impuestos dejado de realizar derivado de la deducción del gasto documentado en la operación inexistente.
• Acudir a la Oficina de Servicios al Contribuyente más cercana para recibir orientación fiscal.
• Acudir a la Prodecon (Procuraduría de la Defensa del Contribuyente) y solicitar apoyo, cuando realmente se haya recibido la factura sin conocer la inexistencia de las operaciones contenidas en esta y se esté en disposición de autocorregir la situación fiscal.

 

Las facturas electrónicas o CFDI son una de las fuentes principales de información que utiliza el SAT para revisar y comprobar que se cumplen las obligaciones tributarias (de acuerdo con el régimen al que se pertenezca); por lo que es imprescindible tenerlas en regla y asegurarse que no amparen operaciones simuladas que puedan perjudicar la situación fiscal como contribuyente.

 

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